Mi Andalucía...

"La Bandera Blanca y Verde vuelve tras siglos de guerras a pedir Paz y esperanza bajo el Sol de nuestra tierra".

Para aquellos que no lo conozcan así comienza la primera estrofa del himno de mi hermosa tierra, una tierra que es mía y de todo el que la pisa, porque si algo tiene el verde de mis campos, la nieve de mi Granada, las playas de mis Huelva, Cádiz, Almería y Málaga, mi Córdoba mora y andaluza, mi Jaén de casteza y como no, mi Sevilla, que tiene un color especial, si algo tienen todas juntas es que es una patria para todo el que la pisa. Mi tierra, es tierra de todos los españoles, cualquier andaluz te abrirá los brazos y te hará de esta su casa. Porque nosotros pedíamos "por Andalucía libre, España y la humanidad" siempre nos hemos acordado de nuestros hermanos, de nuestros compañeros de penuria en un tiempo de opresión y crudeza para los libres de pensamiento, para todos. Una tierra que ocupa el sur de España y que siendo España parece una tierra dsitinta, de desparpajo y arte, de saliero y amabilidad, de poesía eterna, de risa entre noche y noche, de trabajo humilde y obrero. Una Andalucía que hoy mira hacia el futuro y hace de su himno un mensaje de esperanza para toda la humanidad universalizándolo. No era suficiente con que los andaluces nos sintiésemos identificados con serlo, queremos que todos nos sintamos afortunados de poder tener esta tierra, pero permitidme una ligereza y que os hable de ella, sí, sabéis de quien hablo. De esa morena de pureza nacida al otro lado del puente, que en sus mismas entrañas guarda a Triana, Macarena, sí, esa morena que es madre de todos los sevillanos. Mi Sevilla, que con sus propias manos forjó su giralda para que fuese vigía de toda Andalucía, para que cuidara de su hija la mezquita cordobesa y su prima a la que llaman Alhambra. Mi Sevilla, mi tierra, que me ha hecho crecer en los valores del auténtico andaluz, abierto, libre de pensamiento, apegado a mi Sol de primavera, mi Sevilla que me enamora con las fragancias de azahares primaverales, con su particular aroma. ¡Ay mi Sevilla! ¡Qué triste sería mi vida de no haber salido de tus entrañas! Que orgullo que tu bandera andaluza sea el color del equipo de mis amores, que alegría Andalucía el ser tu hijo. Que se entere España entera, que aquí están los andaluces, libres por fin, volviendo a ser aquellos hombres que alguna vez fuimos. Andaluces, a la gloria, Sevillanos a la vida. Porque la vida en esta tierra es la auténtica gloria.

QUE USTEDES LO DISFRUTEN

WALTER HEGOR