Blogia
ESTO ES DE LOCOS¡¡¡¡

Carta 3

Querida mía:

Pese haber actualizado esta mañana, me siento en la necesidad de volver a escribir y no sé que me pasa que desde que estoy contigo mis dedos no dejan de teclear, o de coger bolígrafos y pintarrequetear  versos cutres por todos lados. No sé ni que embrujo, ni que maldición me has puesto, pero desde luego, bendita maldición. Como puedo hacer para explicarte como en tan poco tiempo me has hecho sentir tantas y tantas cosas que ni te las puedo explicar ni te las puedo decir por mucho que lo intente. Es que te miro y sólo suspiro, porque no sé que decirte ni qué hacer para explicarte todo lo que desde mi pecho se manda a mi cabeza. Pierdo las horas del día recordando tus ojos. Sí lo admito, tus ojos me vuelven loco, me dislocan y me dejan sin sentido cada día que pasa, no puedo evitarlo, pero son como aquel amuleto que te hipnotiza, es sólo mirarlos y ver como se me derrite el alma. Sí esos ojos, que cuando me acuesto los tengo en mi cabeza, cuando me levanto los tengo en mi retina y cuando te veo y los tengo delante es como si los tuviera metidos dentro de mi corazón. Esos ojos, sí, esos ojos azules preciosos, hermosos, que me miran y me dejan sin palabras cuando desde su pupila sincera, en sus profundidades, puedo verte cosas que nadie ni tan siquiera a imaginado. Ni los que una vez dijeron que te amaron. Convencido estoy que ellos nunca han podido ver todo esto que yo estoy viendo, seguro, tan seguro como tengo cinco dedos en cada una de mis manos.

Y es que entre tus ojos y tu pelo tengo una guerra abierta, porque no sé a cual  nombrar Dios de mi vida al que rendir culto y pleitesía, pues si uno es hermoso, el otro también lo es y casi le iguala o tal vez le supera. Que decirte preciosa mía, que decirte, si no existen vocablos para poderte decir lo mucho que te amo.

WALTER HEGOR

Os recuerdo que podéis seguir leyendo a Walter Hegor en su novela, relato corto, llámenlo como quieran EL ALMA SOLITARIA

2 comentarios

Walter Hegor -

X blanca:
afortunado yo por poderle dedicar estas humildes letras.

un saludo y nos leemos

Blanca -

Qué afortunada la destinataria... Precioso, conmovedor; pero no cursi. Me ha encantado...
Nos leemos!